La costumbre de leer en la pantalla del ordenador y la extensión de las tabletas han modificado los hábitos de lectura. Desde hace unos años, también ha cambiado cómo visitar una exposición bibliográfica. En 2014 no se trata solo del tránsito desde los soportes materiales al libro digital, de la transposición del discurso textual que, «liberado» de sus anclajes tradicionales, explora nuevas representaciones. El entorno afecta ahora a los propios modelos formales del discurso y a su estructura interna y también a la manera de ojear los libros, de o, sencillamente, de estar entre ellos
Digitalización
En un primer un momento fueron los grandes proyectos de difusión en internet de los libros y revistas tradicionales –como Gutemberg, con 45.000 libros en 2014– y de digitalización de originales. El proyecto más importante de acceso único a millones de recursos digitalizados en Occidente es el conocido Google Books. Nacido como Google Print Library Project, fue una iniciativa de Google y las universidades de Harvard, Michigan, Oxford, Stanford y la Biblioteca Pública de Nueva York para digitalizar e indexar unos quince millones de libros y sus contenidos en diez años. Junto con la biblioteca, agrupa además una colección de instrumentos de lectura, reseña, búsqueda de contenidos, creación de bibliotecas, impresión, etc. Más de diez mil editores se sumaron a la iniciativa, pero otros editores y Microsoft y Apple se han opuesto frontalmente a su desarrollo. Desde 2004 y hasta noviembre de 2013, en que una demanda judicial obligó a detener el proyecto, se habían digitalizado más de trece millones de libros. Existen varios sistemas de acceso y almacenamiento paralelos a los libros de Google Books. Uno de estos portales es HathiTrust Digital Library de la Universidad de California, que en 2012 ya incluía unos diez millones de volúmenes y otros materiales de archivo. Internet Archive es una organización sin ánimo de lucro creada en 1996. Recopila audio, música, vídeos y textos que se encuentran en dominio público, además de la grabación de unos cuarenta mil millones de páginas web en su Wayback Machine. Entre los más de seis millones de textos, incluye un millón provenientes de Google Books y unos 300.000 de Live Search Books, el proyecto de digitalización ya concluido de Microsoft. Su ventaja es la posibilidad de consultar el libro en html en pantalla o descargarlo en cualquiera de los formatos de libro digital –epub, mobi, etc.– más extendidos. Un catálogo paralelo es Open Books. Otras iniciativas relevantes son la National Digital Public Library de América –más de siete millones de documentos– o la World Digital Library.
El gran proyecto europeo se llama Europeana organizado con el fin de constituir The European Library. Más de dos millares de bibliotecas, archivos y museos, liderados por la UE y las principales bibliotecas nacionales, se unieron en 2008 para poner a disposición del ciudadano más de diez millones de documentos. Dentro del proyecto, la Biblioteca Nacional de España ha digitalizado unas diez mil obras y está integrando la Biblioteca Digital Hispánica con The European Library. Europeana Regia es una biblioteca virtual compuesta por la principal colección de documentos reales medievales y renacentistas europeos. Está organizada en tres colecciones –Manuscritos carolingios, Manuscritos de la biblioteca del Louvre durante los reinados de Carlos V y Carlos VI de Francia y la Biblioteca de los Reyes aragoneses de Nápoles– junto con otros documentos complementarios.
Exposiciones bibliográficas
Además de las mencionadas, decenas de iniciativas colaboran en un proceso irreversible de digitalización y difusión gratuita del patrimonio documental. La novedad consiste ahora en cómo se muestra y como se facilita su empleo en fines didácticos, culturales y de investigación. Es decir, cómo se promociona la lectura en línea en un entorno virtual. Adoptando el sistema de exhibición de los museos de arte, cada exposición bibliográfica o hemerográfica cuenta ahora con una exposición virtual paralela, que enlaza directamente con la consulta a los fondos digitalizados. La pionera en organizar exposiciones de relieve fue la Biblioteca Nacional de Francia a través de Gallica. Comenzó con sus Livres a feuilleter, una muestra de sus tesoros manuscritos, para organizar luego en Expositions verdaderas galerías digitales cuya materia son sus riquísimos fondos patrimoniales ordenados temáticamente –autores, periodos, la escritura, motivos, cartografía, fotografía, materiales didácticos– a los que se añaden recursos, ensayos, biografías, claves de lectura, vídeos, etc. Otras bibliotecas se han sumado a la iniciativa de mostrar los fondos organizados como exposiciones. Algunas de las bibliotecas públicas o universitarias francesas y españolas –Lyon, Pompidou, Sevilla, Marqués de Valdecilla–, pero también las nacionales, como la BNE.
La British Library disponía de un Turning the Pages dentro de un limitado sistema de Online exhibitions. La novedad llega en 2014 con Romantics and Victorians. Discovering Literature. Se trata de una exposición virtual organizada con una gran cantidad de los mayores tesoros literarios que alberga la British Library, desde un cuaderno de William Blake al borrador de La importancia de llamarse Ernesto de Oscar Wilde, pasando por los escritos infantiles de las hermanas Brontë o el Prefacio manuscrito de Oliver Twist por Charles Dickens. La exposición ofrece 1.200 obras únicas –Blake, Austen, Carroll, Dickens, Byron, Shelley, Coleridge, Tennyson, género, novela gótica, etc.– de los periodos romántico y victoriano, junto con análisis realizados por 60 expertos, 25 vídeos documentales y material de apoyo docente, organizados en 30 lecciones temáticas.
El número de exposiciones virtuales no cesa de crecer, hasta el punto de que ya son necesarios algunos directorios que los recopilen. Los programas de exhibición acaban de nacer, pero apuntan hacia un
desarrollo que renovará la manera de ojear y consultar libros, legajos,
fotografías, cartas, etc. El último en llegar es Google Open Gallery, un gestor gratuito de exposiciones virtuales,
que permite al sector cultural exhibir una parte de su patrimonio para
su difusión mundial, con muestrarios, indexación, zoom de alta calidad,
etc. De momento lo emplea el Google Cultural Institute que, en asociación con cientos de museos, instituciones culturales bibliotecas y archivos, presenta una variada –aunque todavía limitada– colección de documentos gráficos, textuales y audiovisuales dispersos por todo el mundo en forma de exposiciones virtuales. En paralelo a los proyectos Art Project, centrado en la muestra de obras artísticas (más de 40.000 obras de 40 países), y World Wonders Project (centrado en mostrar en 3D sitios y arquitectura considerados patrimonio de la humanidad), este gran proyecto de exposición de archivos tiene como objeto mostrar galerías gratuitas en línea para explorar momentos históricos, conocer personajes culturales y momentos fundamentales de la ciencia. Conforme –además de los museos– las pequeñas bibliotecas, organizaciones y personas, desarrollen nuevos proyectos, la experiencia lectora se extenderá también mediante la visualización de libros, fotografías y memorabilia. [Véase Blake, Lincoln, Biblioteca de Dinamarca, Mondaneum, Génériques, etc.]
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» Románticos y vistorianos
» National Digital Public Library
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